“De vez en cuando… experimentamos la sensación encarnada de presencia plena, quietud y libertad. Esto no es un logro que nosotros hayamos conseguido en el sentido de desarrollar una habilidad. Ya es algo inherente. Simplemente nos hemos quitado de en medio el tiempo suficiente para permitir que se revele la fuente de nuestro Ser… Este es el sentido de la práctica, este es el sentido que tiene reunirse con una comunidad de personas que siguen caminos paralelos en simpatía”. (Mike Boxhall).
Presencia en quietud es un estado de ser, una actitud que va más allá de los modelos, técnicas o relaciones a través de los cuales se puede expresar. Como Mike no se cansaba de repetir “lo que importa no es lo que hacemos, sino desde dónde lo hacemos”.
¿Quién era Mike Boxhall?
Mike Boxhall era británico, nació en 1930 y murió en 2019. A lo largo de una vida fascinante, fue plantador de caucho en Malasia, empresario de la industria del cine en Asia y África, militar en la jungla y algunas cosas más.
Una larga búsqueda lo llevó a formarse en counseling, psicoterapia jungiana, acupuntura y, más decisivamente, terapia craneo-sacral. Fue presidente de la Craniosacral Therapy Association (CTSA) del Reino Unido y miembro de la junta de la Asociación de Terapia Craneosacral de los Estados Unidos.
Trabajó y enseñó en diversos ámbitos clínicos. Fue discípulo de la maestra Sufi Irina Tweedie, quien le aconsejó estudiar budismo, recibiendo enseñanzas de maestros como Chogyam Trungpa, entre otros. Siguió siendo practicante budista hasta su muerte.
Fue autor de varios libros como “La silla vacía” (Ed. Grano de msotaza) y “Conversaciones en quietud” (Ed. Advaita).