Pronunciada  en el Seminario «Sanar y Soltar»  del  9 al 11 de febrero de 2004, en Garmisch-Partenkirchen / Alemania.  (Estilo coloquial  –  grabado  en  vivo durante  la conferencia)  Traducción:  Ruth Junker

Hellinger:  Cuando observo cómo se han desarrollado las Constelaciones Familiares, desde el primer libro que editó Gunthard Weber,  y cómo se extendieron, no sólo aquí, sino también en otros países, de una manera que a veces nos corta el aliento, percibo, que detrás de este movimiento, actúa una fuerza  poderosa,  algo  bueno,  que  nos  ha  tomado  –  a mí  y  a  Uds.,  a  su servicio.

Por eso, lo que estamos haciendo,  independientemente de aquello que imaginamos que estamos  haciendo …  bueno,  lo que quiero decir es: este movimiento nos arrastra,  irresistiblemente.  Nadie lo puede detener. Esta fuerza es difícil de resistir … y aquellos, que desde  su  pequeña  mente piensan, que siempre tienen que dirigir todo, no lo entienden.  Pero  también ellos están al servicio de este gran movimiento,  porque, esta es mi convicción y se corrobora cuando miramos las cosas como son,  lo divino  o  la  potencia primaria, esa fuerza que mueve al mundo,  quiere  el  conflicto.
Sólo nosotros anhelamos la eterna paz en un reino de ilusión, donde nos saciamos y nos quedamos inmóviles, estancados.  No, lo creativo  está siempre en movimiento en contra de las resistencias.  Recién  ante  las resistencias lo  viviente  gana  su pleno  potencial.

Cuando me entero de cuántos variados Talleres son ofrecidos en este Seminario por tantos colegas de larga experiencia, pienso: ¡Maravilloso, qué desarrollo!  Cada uno aporta al Todo algo muy especial. Sólo por esta plenitud, este caudal de diferencias, las Constelaciones Familiares se están desarrollando con una riqueza extraordinaria y todoscolaboran con su experiencia personal  y con sus enredos personales, como también  con sus capacidades y sus limitaciones.  Ahora estoy pensando: ”soy uno entre tantos, que también trabajo con esto”.

 

LAS  CONSTELACIONES  FAMILIARES  COMO  PSICOTERAPIA 

Ahora quiero decir algo sobre las Constelaciones Familiares desde mi experiencia, sobre su desarrollo y cómo sigue este movimiento.  Al principio las Constelaciones Familiares eran una especie de psicoterapia. Las ofrecíamos en el marco de la psicoterapia para personas que estaban buscando psicoterapia. Muchas veces eran personas enfermas de cuerpo y alma.  Las Constelaciones Familiares les ayudaban.  Desde nuestra formación psicoterapéutica aportábamos nuestra  actitud  y  esto le dio un sello especial a las Constelaciones Familiares desde un comienzo.
¿Cuál era nuestra actitud? Se basaba en la suposición: aquí hay un cliente que está necesitado y aquí hay un terapeuta, que le puede ayudar. Este se preparó con diferentes métodos y ahora conoció las Constelaciones Familiares y las aplica con el concepto de la psicoterapia. No como terapia individual, sino con un enfoque de terapia familiar. Y nosotros, como terapeutas, hacíamos algo.  Fuimos entrenados para hacer algo, intervenir según nuestros conocimientos.
Así configurábamos también a las familias. Pedíamos al cliente que elija y configurara representantes, luego interveníamos según nos parecía oportuno de acuerdo a nuestras formaciones anteriores y según lo que aprendimos de los Órdenes del Amor y los vínculos dentro del Sistema Familiar, con el propósito de encontrar una solución.  Primero mirábamos el problema y después buscábamos una solución. Esto fue de mucha bendición.

 

CAMINANDO CON EL ALMA

Luego se manifestó que los representantes tenían una función más importante de lo que suponíamos en  un principio. Se pudo observar que los representantes estaban en un contacto muy inmediato con un campo más amplio y pudieron desde allí traer a la luz algo, que iba más allá de lo que habíamos descubierto como Órdenes del Amor.  Los representantes pudieron hacerlo, siguiendo un impulso que los ponía en movimiento. De pronto estábamos confrontados con situaciones nuevas y con movimientos nuevos. Estos movimientos muchas veces contradecían nuestros conceptos  preconcebidos.

Algunos entonces sentían la necesidad de interrumpir tales movimientos, en vez de esperar y observar lo que se iba manifestando.  Pasó cierto tiempo hasta que pude darme cuenta  –  estoy  hablando  de mí  ahora  –  que  si  yo  soporto  la  espera  y me abro a lo que se muestra, llego a profundidades que  superan  de  lejos  cualquier psicoterapia.  De pronto estoy en contacto con fuerzas del destino ante las cuales me siento impotente.
De pronto vemos, por ejemplo, que alguien es atraído fuertemente hacia la muerte.  ¿Qué hacemos entonces?   O alguien se siente culpable de la muerte de otro.  ¿Con qué método aprendido de la psicoterapia podemos intervenir aquí? ¿O estamos llegando  a  un  límite  en  nuestros  intentos  de  ayuda  donde  el  “no hacer”, el ”soltar” se hace imperante?  Donde,  recién  cuando  dejamos  de  actuar,  comienza  la  auténtica  ayuda.

Una nueva fuerza toma la conducción.  Yo me entrego a esa fuerza,  y  de  repente  encuentro  ese  saber – me  doy  cuenta  si  tengo  que  intervenir  o  no,  si  tengo  que  hacer algo, y  en tal caso, qué  es  lo  que  tengo que  hacer.  Aún  cuando  en  un momento  parece  absurdo.  Pero  yo  voy  con  el  movimiento,  y  entonces  se muestra,  se  despliega  algo,  que  de  ninguna  manera  se  podía  prever.
Bueno, esto  va  más  allá  de  la Terapia  Familiar  y  más  allá  de  toda  terapia. Lo que  comenzó  con  las Constelaciones  Familiares  se  transforma  ahora  en  un  Caminar  con  el  Alma.  ¿Cuál  alma?  No  con  la  propia., no  con  la  del  cliente,  ni con la  del  representante, sino  con  el  alma  que  actúa  en  todos  al  mismo  tiempo.

Cuando  llegamos  a  una  sintonía  con  aquella  alma,  sentimos  paz. Nos  hemos detenido  frente  a  lo  inconmensurable  y  este  inconmensurable  se  nos  acerca  en  el  resultado.

 

EL CAMINAR CON EL ESPÍRITU

Pero,  como  sucede  en  la  vida,  todo  fluye. Yo  había  pensado  que  el   Caminar con  el  Alma  (conocido  como  Movimientos  del  Alma)  había  sido  la  conclusión de  estos  descubrimientos.  Pero  no  fue  así.
De pronto me di cuenta que las experiencias que habíamos hecho con las Constelaciones Familiares y los Movimientos del Alma nos llevaban a un conocimiento que demandaba de nosotros un accionar, que excedía los fundamentos alcanzados hasta este momento.  Y ¿qué es lo nuevo ahora?

Más allá de las Constelaciones Familiares y los Movimientos del Alma yo ahora camino con el Espíritu. De pronto este trabajo se convierte en Filosofía Aplicada.  En vez de llevar nuestra mirada hacia los sentimientos y a lo que percibimos a través de ellos, ahora entra el plano del Espíritu y demanda un accionar diferente al Caminar con el Alma.

Lo explico con un ejemplo. Un cliente tiene quejas sobre sus padres o se lamenta de los padecimientos sufridos en la infancia, todo lo malo que vivió.  Al principio trabajábamos con la empatía, y teníamos la actitud: “Vamos a ver, cómo le podemos ayudar.  Pero si  pienso  filosóficamente, desde el espíritu (en español posiblemente diríamos “mente”, R.J.),  no existe nada malo.
Si detrás de todo actúa una potencia creativa, no existe nada que se le pueda oponer. Por lo tanto ahora miro la situación filosóficamente y exijo del cliente que también él mire su situación filosóficamente y que diga: “Sea como fuere lo que pasó … Gracias. Lo tomo como una fuerza. Yo tomo a estos padres, como los especiales, que me han dado esta fuerza especial, importante para mi vida. De pronto  todo  lo  pasado  se  ilumina  –  se  transforma  en  algo  valioso.
¿Cómo actúa ahora  el  terapeuta?  Bueno, ya no es terapeuta, ahora es un filósofo.  El  no  siente  lástima. Al  contrario,  él  asiente  a  la  realidad  tal  como  es  o  como fue.  Entonces  se  liberan  potenciales ,  que  van  mucho  más  allá de  la  psicoterapia.
Enfoquemos a los padres. Desde el punto de vista filosófico toda pareja de padres es perfecta.  Mirándolos con simple sentido común también vemos que aquello por lo que son padres, eso lo realizaron a la perfección, sin que falte nada. Por esa razón merecen el mayor respeto, por haber servido a la Vida de esta manera …  Por lo tanto, filosóficamente, como filósofo, yo tomo a estos padres como a  Dios – sea lo que fuere su significado – dentro de mi corazón, sin distinción.  En  ese  momento,  súbitamente,  me  encuentro  en  otro  nivel, donde  el  horizonte  es  el  infinito..

Ahora voy a mostrar mi trabajo aquí, ante Uds. Y lo voy a hacer en la nueva modalidad – voy a caminar con el Espíritu. Ustedes tendrán la oportunidad de interiorizarse de este procedimiento y se darán cuenta hasta qué punto son capaces  y  están  dispuestos   para  esta  modalidad  de  trabajo.

No existe la  perfección. Todo está en movimiento. Las Constelaciones Familiares como fueron y los Movimientos del Alma, todo es igualmente valioso. Todo pertenece al mismo movimiento. Aquél que tomó contacto con este trabajo y se abrió a él,  reconoce  y  siente  que  tiene  que  crecer.  A  través de este trabajo somos llevados a crecer internamente. Y con esto nos damos cuenta que aquí no se trata solamente de sanación  o  resolución de problemas. Al final estamos hablando de la vida y su plenitud.

Lo que hacemos, sirve a la vida  tal  como ella, desde  su  esencia,  quiere  desarrollarse.

 

LOS ÓRDENES DEL ESPÍRITU

Pregunta: ¿Qué es eso lo que tu denominas “espíritu”  y  qué  es  el  filósofo?

Cuando configuramos familias nos dejamos guiar por algo que se puede percibir. Desde la experiencia reconocemos distintos patrones dentro de los vínculos personales. Las Constelaciones Familiares tratan sobre vínculos. Allí observamos que los vínculos dependen de ciertos órdenes, como también el cuerpo, para per-manecer sano, debe seguir ciertos órdenes.  Nosotros aceptamos esos órdenes y nos comportamos de acuerdo con ellos.

Pero ¿de dónde provienen esos órdenes?  ¿Del cuerpo?  No.  ¿Del Alma?  Tampoco.  Porque el alma también sigue diversos órdenes.  Por lo tanto debe existir algo que es anterior a esos órdenes  y  los determina.

Luego existe el espíritu, el espíritu humano. Pero también éste sigue órdenes.  Emanuel Kant, cuyo aniversario de muerte se conmemora en estos días, describió los  Ordenes  del  Pensamiento.
Sólo podemos pensar dentro del marco de ciertos órdenes.  Kant los denomina Categorías.  Las categorías de Espacio y Tiempo nos son impuestas, tanto como las  de Causa y  Efecto. Sólo podemos pensar dentro de estas Categorías. También  la  Lógica  sigue  ciertos preceptos que están preestablecidos. Por  lo tanto  nuestro  espíritu,  si  bien  supera  a  nuestra  alma, debe  seguir ciertos órdenes.

Por lo tanto debe existir algo que  postula – mejor dicho: establece  estos órdenes.  Cuando miro al mundo filosóficamente, encuentro que todo está en movimiento.  Todo es movimiento. Nada es firme. Por lo tanto  detrás de todos estos movimientos debe existir un Movimiento Primordial, que mantiene en movimiento a todo lo demás  y  lo condiciona.  Ella es la  Fuerza  Creativa  Primordial.  Creativo  significa  siempre  que  algo  está  en  movimiento.  Lo estático  no  puede  ser  creativo,  solamente  algo  que  está  en  movimiento.  Esa Fuerza  Primordial  es  la  que  determina  los  órdenes.

Ahora sucede algo extraño. Cuando miramos los Movimientos del Alma, observamos de pronto que se muestra un desorden, un desorden en el sentido de cómo hasta ahora comprendemos los órdenes. En los Movimientos del Alma  sucede  de  repente  algo  creativo  que  produce  un  nuevo  orden.

Cuando acompañamos este Movimiento del Alma nos ponemos de pronto en contacto  con  este  espíritu  y  nos  movemos  con  los  Movimientos  del  Espíritu.  Eso  sería  lo  importante  ahora.

LA FILOSOFÍA, esa era la otra pregunta,  por supuesto yo no me refiero  aquí  a  aquella filosofía  como está enquistada en algunas cabezas hoy en día. Yo miro hacia la filosofía en su sentido original. ¿Qué hacían los antiguos filósofos?  Ellos se independizaron de los conceptos que estaban en boga en su época,  de los mie-dos, de los mitos, de las creencias  y miraron al mundo  como es – sin prejuicios y sobre todo sin miedo.
Así obtuvieron  nuevos conocimientos, pero esos conocimientos no eran abstractos,  sino  que estaban  dirigidos  hacia  la  acción, hacia  la  realización,  basándose  en  esos  nuevos  conocimientos.  Por  eso  los  nuevos  conocimientos  se  afianzaban  con  los  efectos  que  producían.  Un  conocimiento  es  vacío  si  no  lleva  a  la  acción  y  es  probado  en  ella.  La  filosofía  en  su  origen  era plena  y  estaba  totalmente  al  servicio  de  la  vida.
Tomemos  por  ejemplo  a  Heráclito,  uno  de  los  grandes.  El  pronuncia  frases simples con amplios efectos,  si los sabemos  comprender.  Por  ejemplo  la frase: ”Todo fluye”,  lo  que  esto  puede  significar  lo  expliqué  anteriormente  de  cómo se  desarrollaron  las Constelaciones Familiares.  O  veamos  la  frase: ”Nadie entra dos veces en el mismo río”, por ejemplo, la  podemos  aplicar  diciendo: Nadie  hace  dos  veces  la  misma  Constelación.  Eso  no  existe. Eso  significa que  todo  lo  que  aprendimos  sobre  las  Constelaciones Familiares  en  un  caso específico,  sirve  poco,  porque  el  río  que  se  contempló  hace  un  rato  y  que se  guarda  en  la  memoria  ya  fluyó  hacia  otros  parajes.  De  esta  frase  simple  y  de  su  compresión se  derivan  extensas  conclusiones.
A este lugar corresponde también la frase irritante: “La guerra es la madre de todas las cosas”. Sin guerra no hay progreso.  Esto  anula  muchos  de  nuestros conceptos,  por ej.  nuestra  idea  sobre  Dios  y  sobre  nuestros  propósitos sublimes  de  salvar  al  mundo.
Cuando nos  damos  cuenta  que  esta  frase  también  es  una  indicación  para  el accionar (Handlungsanweisung en alemán, también podríamos traducirlo Manual de uso),  nosotros  nos  comportaremos  de  distinta  manera.  Por  ejemplo,  cuando nos  critican –  agradecemos  la  crítica   y  no  nos  justificamos.
Al comienzo trabajábamos con las Constelaciones Familiares y los nuevos conocimientos que surgían a través de ellas, sin  pensar mucho en las derivaciones que de ellos  surgían.  Pero las experiencias recogidas durante las Constelaciones nos mostraron que el mundo es diferente de cómo lo habíamos imaginado. Con las Constelaciones se descubrió que todo sistema  tiene una instancia  directriz  que engloba  a  todos  los  participantes.  No  importa  el  nombre  que  se  le  de:  conciencia común, alma común o campo mórfico.  Ni bien nos dimos cuenta de esto tuvimos que pensar de otra manera, por ejemplo sobre  la conciencia   y  consecuentemente  también  tuvimos  que  actuar  de  manera  diferente.
¿Qué significan estos nuevos conocimientos para nuestro accionar renovado?
De pronto se muestra algo que al comienzo de este Seminario se mencionó en el enunciado del tema en forma sucinta: “Ayudar y Soltar”  La pregunta es entonces: ¿Qué debemos soltar cuando ayudamos? Pues cuando pienso filosóficamente  y  realmente veo que todo está dirigido por una fuerza mayor, en presencia de esta fuerza no existen  los  buenos  o  los  malos.  Esta  distinción  se  diluye.  Entonces,  la  ayuda  es  exitosa  cuando suelto  todos  los juicios, los suelto  por comprensión  filosófica.
Cuando un cliente  dice: “fui violado”  o  “soy víctima de abuso”, algo se moviliza dentro de nosotros. Tomamos partido. Entonces no podemos ayudar.  Pero si me muevo con el espíritu, entonces veo a los perpetradores en un mismo nivel que a las supuestas víctimas. Los veo como seres humanos de igual condición, de origen distinto, con implicaciones distintas,  pero con el mismo derecho.
Entonces,  si  en  el  momento  donde  escucho  algo,  me  retiro  un  poco  y  le  doy  a  cada  uno  de  los  actores  un  lugar  en  mi  corazón,  estoy  ligado  con  el espíritu  y  recibo  de  allí,  comprensión  y  fuerza  que  llevan  hacia  delante.
Actualmente,  cuando   el   trabajo  de  Constelaciones  Familiares  es  atacado,  es atacado  por  aquellos  que  hacen  la  diferencia  entre  víctimas  y  perpetradores, que  quieren  que  se  persigan  a  los  últimos,  convirtiéndose  en  asesinos  en  su alma.  Estos  ataques  no  son  tan  fáciles  de  aguantar.
Pero  si  amplío  esta  comprensión  adquirida  también  a  ellos,  también  a  ellos  les  doy  un  lugar  en  mi  corazón – también  ellos  están  en  el  espíritu.  Lo  que  hago  a  partir  de  esto,  esto  es  caminar  en  el  espíritu.
Allí  reside  el  futuro.   Esto  lleva  a  la  reconciliación Y  esto  sirve  a  la  vida   y  al   progreso   de   la   vida.
Tengo  una  pregunta  más : ¿Cuando  mi  alma  sufre  bajo  los  Ordenes  del Espíritu,  a  quién  debo  hacerle  caso,  al  alma  o  al  espíritu?


La  Reconciliación  en  el  Espiritu
Voy a hacer una pequeña meditación. Pueden cerrar los ojos.  Concéntrence primero.  Cuando  el  alma  sufre,  dónde  la  sentimos  en  el  cuerpo?  Nos  dejamos llevar  por  el  sufrimiento  del  alma  hacia  el  lugar  en  nuestro  cuerpo  que  también  sufre Entonces  con  el  alma  nos  metemos  en  ese  lugar del  cuerpo, nos fusionamos con  él  y  tratamos  de  sentir e indagar, hacia  dónde  se  dirije  la mirada. Quizás  hacia  una  persona  a quien  he  dañado,  o hacia  una  persona  que  fue  excluída  o  también  puede  ser  una  persona  con  la  cual  estoy enojada/o.
Entonces  en  el  espíritu  miramos  a  la  persona  con  amor  –  esperamos  lo  que esta  persona  o  esta  situación  nos  brinda como  una  dádiva,  un  regalo … y  lo incorporamos  en  nuestro  cuerpo  y  en  nuestra  alma.
Bien,  algo  más  sobre  el  espíritu. El  espíritu  es  liviano. El  que  camina  en  el espíritu  es  ágil;  no  agrega  mucho  peso  a  la  tierra. Y  apesadumbra  al  cliente sólo  un  poco. Y  es  feliz  ante   la  realidad  tal   cual   es.  En   definitiva,  el   andar  en  el  espíritu   facilita   todo.

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